PUERTAS RAPIDAS APLICACIONES

PUERTAS RAPIDAS

Sus aplicaciones son muy variadas en los descintos campos, en el sector comercial se instalan puertas rápidas en zonas de alta circulación de mercadería entre sectores de diferentes temperaturas y/o presiones. Por ejemplo en la industria alimentaria donde en depósitos de congelado es importante mantener las condiciones de temperatura específicas. Se requiere de tiempos cortos de apertura y cierre reduciendo perdida de frío, impidiendo corrientes de aire y permitiendo un desarrollo ordenado del trabajo. Se obtiene como resultado un alto valor de ahorro energético. Existen desarrollos especiales para el uso en transportadores automáticos de carga, vehículos de rescate o en sectores con riesgos de explosión. Se pueden complementar con un lector de tarjetas para así mejorar la seguridad de los edificios industriales.

Las puertas rápidas son versiones más veloces que los sistemas de puertas convencionales como las puertas enrollables, las puertas seccionales, las puertas de tela de PVC o las persianas.

Para operar a gran velocidad, el diseño de la puerta es crítico para asegurar la longevidad de las piezas, un consumo de energía más eficiente, y la fiabilidad en el uso elevado.

Estas puertas suelen estar diseñadas para integrarse con los movimientos de tráfico dentro de una industria, ya sea el tráfico peatonal, los montacargas, los vehículos o las cintas transportadoras automatizadas.

Por este motivo, es fundamental que el diseño y la selección de la puerta y los sistemas de activación auxiliares se ajusten a las características del tráfico y eviten colisiones costosas. Un requisito clave es que se abran muy rápido y se cierren lentamente.

Algunas versiones utilizan un sistema de guía en espiral, que mantiene la hoja de la puerta separada durante todo un ciclo de funcionamiento.

¿Dónde se usan las puertas rápidas?

Se usan en lugares donde es necesario que las puertas se mantengan cerradas durante el máximo tiempo posible, con un buen sellado perimetral, se pueden reducir las pérdidas de energía y de temperatura a través de las puertas, se pueden alcanzar ritmos de funcionamiento óptimos y se pueden minimizar los riesgos de contaminación cruzada.

Sin embargo, en una instalación con movimientos de tráfico significativos, ya sea de peatones, montacargas o camiones, mantener las puertas cerradas sin perturbar las operaciones puede ser una pesadilla para los gerentes de operaciones.

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